Una buena dosis de historia recogida entre los muros de la edificación y unos deliciosos bocados de uno de los mejores chocolates de España. El Monasterio de San Isidro de Dueñas es uno de los lugares más icónicos de la villa y el lugar que deja el mejor sabor de boca tras hacer una visita a Chocolates Trapa.
Existe documentación que indica que el Monasterio lleva en la localidad desde el siglo X y los monjes cistercienses fueron los que desarrollaron la marca de chocolate ochocientos años después. Varios siglos de historia que otorgan a este lugar de un aura especial que se impregna en cada visita.
El Monasterio
La primera información recogida sobre el Monasterio data del año 911, pero existen indicios que indican que esta construcción es de época tardorromana. Eran unas monjas las que, en su origen, habitaban este templo y son ellas las que dan lugar al topónimo del monasterio: San Isidro de (las) Dueñas, y que a su vez originan el nombre del pueblo de Dueñas.
Las monjas desaparecen a finales del siglo X por la incursión de los musulmanes, y unos años después, en el 1073, Alfonso V dona esta construcción al monasterio benedictino de Cluny. Se inicia así un periodo cluniacense que dura hasta el año 1478 y en el que se recibieron varios privilegios reales. Sin embargo, tras el esplendor llegó la decadencia y un devastador incendio en el año 1604 arruinó todo el monasterio, del que solo se salvó la iglesia románica. Después fue convertido en cuartel de las tropas napoleónicas y también sufrió la Desamortización de Mendizábal.
Fue con la restauración cuando se inició la época cisterciense, orden que se encargó de fundar la marca de chocolates y que, aún en la actualidad, también vende leche y queso que producen en su granja. Es esta orden la que se mantiene en el Monasterio de San Isidro de Dueñas desde 1890.
El chocolate
Seis años después, en 1896, los monjes cistercienses crearon Chocolates Trapa. Una marca y unos productos que han dado fama al monasterio y a la localidad de Dueñas desde entonces. Y es que no son pocos los grandes hitos conseguidos por esta firma, como la creación en España del primer bombón, el cortado de la Trapa, en 1969.
Varias décadas después de fundar su marca, los monjes cistercienses construyeron la fábrica y sentaron las bases de Trapa S.A. Lo hicieron en el año 1964. A lo largo de su vida, la fabricación del chocolate ha estado dirigida por Rumasa y también por Europraliné, empresa que compró el producto en el año 2013 y que evitó el cierre de Chocolates Trapa.
Es un año después, en 2014, cuando los cambios ayudan a relanzar la marca de dulces. Se abre un nuevo ‘showroom’ en Dueñas, con espacio para la compra de todos los bombones y tabletas y también para tomar un chocolate en buena compañía. Este es, sin duda, uno de los grandes atractivos de este espacio, sobre todo durante el invierno. A partir de este momento se moderniza la imagen de marca de Trapa y también se amplían sus instalaciones. Y así llegan a la celebración del 130 aniversario de la factoría el pasado 2021 con un récord de facturación, el mayor de toda su historia.
Chocolates Trapa sigue desarrollándose para mantenerse como uno de los líderes del producto en España, y trabaja innovando en diferentes dulces que pueden atraer a todos los públicos. Todo ello sin perder de vista la sostenibilidad y el compromiso con el entorno.
La visita al Monasterio de San Isidro es obligada y la parada por la fábrica y el ‘showroom’ de Chocolates Trapa, también. Tanto si disfrutas del mejor chocolate como si eres un amante de la historia, este es tu lugar. A nadie le amarga un dulce, y el rato en este espacio histórico de Dueñas ha de ser imprescindible.
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