El barrio de bodegas de Dueñas, donde ocurre la magia

Para comprender la importancia de las bodegas de Dueñas, y también de su cuidado y conservación, es imprescindible viajar al pasado

22 de noviembre de 2023

Dueñas es un lugar privilegiado. Además de por su naturaleza, su historia y su gastronomía, también lo es por sus tradiciones. Las tradiciones de esta villa de la provincia de Palencia están ligadas al trabajo artesano del vino, y buena cuenta de ello la da su barrio de bodegas.

Dueñas atesora en torno a 178 bodegas jalonadas en las partes más altas de la localidad conocidas con el nombre de “cotarro”. Una mirada hacia arriba y podrás reconocer los respiraderos y luceras que generan un paisaje tan peculiar como representativo de la villa botijera. Y una vez en lo alto de las bodegas, también tendrás unas impresionantes vistas de la torre de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y una panorámica de la villa. Todo son ventajas.

Para comprender la importancia de las bodegas de Dueñas, y también de su cuidado y conservación, es imprescindible viajar al pasado del Cerrato Palentino

Ya hay documentación sobre las bodegas en el siglo XIII, concretamente en el año 1211, cuando Alfonso VIII dona una bodega y otra serie de bienes adscritos a ella al Monasterio de las Huelgas, en Burgos. Esto nos invita a entender y valorar cómo de necesarias eran estas construcciones en la antigüedad. 

Otro ejemplo de la importancia del barrio de bodegas para el desarrollo económico de Dueñas, fueron los años de exportación del vino eldanense, hecho en la villa, a Francia. Ocurrió en la segunda mitad del siglo XIX y se debió a la filoxera que afectó a determinados viñedos franceses de la época.

Junto a estas construcciones, enfocadas a la elaboración del vino, se encuentran las cuevas. Las casas-cueva eran construcciones excavadas en la tierra y estaban habitadas por las personas que trabajaban en las viñas, y también sus familias. Se encuentran en las zonas superiores de las bodegas. Un documento certifica su existencia ya en el año 1586, cuando a través de un acuerdo con el Ayuntamiento, se le otorgó una cueva como vivienda a una familia sin recursos económicos.

Estas construcciones en Dueñas tuvieron su gran auge en el siglo XIX, y consta que en el año 1880 había registradas 235 casas-cueva. Estas estuvieron habitadas en la localidad hasta la década de los años 60 del siglo XX y actualmente se contabilizan alrededor de un centenar.

Dado que fueron ocupadas por familias hasta una época relativamente reciente, el barrio de bodegas de la villa botijera mantiene varias de las casas cueva en buen estado de conservación. Y lo mejor: Es posible visitarlas. Entrar en una construcción de este tipo es un auténtico viaje al pasado. Muchas de las casas-cueva conservan sus habitáculos, los lugares donde habitaba la familia o donde tenían a los animales. Poseen también hornos donde se hacía el pan y algunas de ellas están decoradas con objetos originales que mantuvieron las familias.

La visita a las casas-cueva es posible gracias a la Asociación de Bodegas y Cuevas de Dueñas, una entidad que se encarga de conservar y promocionar el patrimonio subterráneo que posee la villa eldanense. Realizan rutas guiadas y otras muchas actividades a lo largo del año.

Llevamos un buen rato explicando la historia de cuevas y bodegas, pero no hemos hablado del producto estrella: el vino. En la actualidad, muchas de las bodegas de Dueñas conservan todos los aperos típicos de su antigua labor vitivinícola. Lagares, husillos, prensas o cubas son solo algunos de los objetos que pueden encontrarse en su interior. Además, es posible admirar su construcción y decoración, con fachadas de piedra, sillería o puertas de madera con ventilación.

Sin embargo, y aunque solo quedan algunos productores de vino en estas construcciones, Dueñas sigue siendo una gran artesana de caldos de exquisita calidad. Esta localidad es la única de la provincia de Palencia que pertenece a la Denominación de Origen Cigales. El cigales es un vino rosado, elaborado con mezcla de sus variedades tintas y blancas, teniendo en cuenta siempre el entorno y el suelo donde crecen sus vides.

El buen vino, la historia y las construcciones son tres razones fundamentales por las que no puedes dejar de visitar el barrio de bodegas de Dueñas. Un lugar con mucha magia que seguro te transportará a otros mundos.

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