Recorrer cualquier espacio de la Montaña Palentina, en el norte de la provincia de Palencia, es una aventura para pequeños y mayores, una experiencia única. Cimas que superan con creces los dos mil metros, como el Curavacas, Espigüete o Peña Prieta, que abren valles y senderos dejando en la retina una estampa de belleza única en cualquier época del año.
En una escapada en familia a nuestra provincia durante estos días, Palencia, que ha sido reconocida con el sello de Turismo Familiar recientemente, nos ofrece diversas opciones: Bosques encantados como la Tejeda de Tosande, con tejos milenarios que nos adentran en un espacio mágico que motivará la imaginación de los más peques a los decorados de los cuentos de hadas, o el que lleva al Roblón de Estalaya, con un recorrido de fácil acceso de 4 km que se puede realizar todo el año y que permite saludar al viejo roble, que cuenta ya con casi un milenio de vida. Lagos, ríos y embalses donde verse reflejado entre sus aguas o en los que contemplar la flora, fauna y zonas rocosas de originales formaciones, abiertas a la imaginación, como en los espacios de Las Tuerces o el Cañón de La Horadada en el Geoparque Mundial Unesco Las Loras, único en Castilla y León.
Rutas de senderismo por Fuente Cobre, donde nace el Río Pisuerga, o la Cascada de Mazobre, desde el mirador contemplaremos caer el agua precipitándose por las rocas, tal vez una de las rutas más transitadas de la Montaña Palentina, 3 km de recorrido con la imponente panorámica del Pico Espigüete de compañía.
O si la idea es disfrutar del arte y la naturaleza, la Senda de Ursi ofrece uno de los paseos a pie más atractivos que se pueden realizar en la Montaña Palentina, dibuja un trazado circular de 11 km, que muestra una treintena de curiosas esculturas con las que los miembros del Grupo Muriel rinden homenaje al ilustre escultor palentino Ursicino Martínez. Una auténtica exposición al aire libre de fácil recorrido.
La Senda del Oso, el Pinar de Velilla o el Bosque Fósil son otras de las muchas opciones que ofrece la Montaña Palentina, adaptadas a todas las edades y niveles de experiencia, para que sólo sea necesario calzar las zapatillas y echar a andar con una sonrisa, sin duda, turismo activo para todos.
Otros espacios naturales de gran belleza, históricos y culturales en Tierra de Campos se ofrecen como propuesta de turismo familiar para estas fechas, los ramales Sur y Campos del Canal de Castilla, la vía verde del Tren Burra, o las lagunas de la Nava y de Boada de Campos. A pie, en bici, o en coche, con paradas en puntos clave para disfrutar del avistamiento de aves en sus humedales. El recorrido de una antigua vía de tren, con mirador incluido, la singularidad de la arquitectura tradicional, pues no pasarán desapercibidos los palomares que salpican esta comarca integrándose con el paisaje como una prolongación vertical de las tierras castellanas, hoy, seña de identidad de la provincia de Palencia.
No podemos dejar pasar la ocasión y, como si de una aventura se tratara, es posible adentrarse en las entrañas de la tierra cerrateña para descubrir las bodegas del Cerrato en Baltanás y Torquemada, declaradas Bien de Interés Cultural, cuyas chimeneas sirvieron de inspiración para su “Pedrera”, como asegura la periodista Ana Ferrín, sin olvidar el importante barrio de bodegas de la histórica Dueñas, en la Ruta del Vino de Cigales.
Y seguro que es buen momento para aprender lo que fue el Canal de Castilla y rememorar la historia de esta vía fluvial, fruto de un proyecto de ingeniería civil de la España Ilustrada, cuyo objetivo principal era el traslado de mercancías desde Castilla a los puertos del norte de la península; una propuesta más para que los pequeños descubran, en cualquiera de sus puntos, el encanto, emotividad y sensación que produce ver caer el agua entre sus legendarias esclusas. A lo largo de los 207 kilómetros de recorrido, bien en bicicleta, a caballo o a pie, los bellos parajes repletos de curiosos elementos hidráulicos se muestran como un verdadero museo al aire libre. Dársenas, acueductos, esclusas, casas de escluseros, molinos, fábricas de harina, puentes, presas, almacenes, mazmorras y un largo etc., hacen reflexionar sobre lo que fue el espíritu de quienes lo hicieron posible y la necesidad de avanzar en su proyección y conservación.
En Frómista, donde se unen los caminos de la fe y la razón, el barco Juan de Homar, amarrado junto a la espectacular cuádruple esclusa, se ofrece para realizar una parte del Camino de Santiago desde Boadilla del Camino a la Villa del Milagro en paralelo al trayecto jacobeo. Villaumbrales nos ilustra sobre la historia del Canal en su emblemático museo, desde donde partiremos a la villa de San Pedro Cultural, en Becerril de Campos, para disfrutar de unas inolvidables jornadas astronómicas al amparo de su bóveda de estrellas, para seguir camino por estas aguas de esperanza, dejando atrás más de 40 localidades ribereñas de esta gran obra hidráulica de la España Ilustrada, con verdadera identidad cultural.
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