Tres apasionantes rutas para descubrir la Montaña Palentina

Si hay un lugar que rebose paz y sosiego en la Península Ibérica, esa es la Montaña Palentina. Con una extensión de 1.786 km², este enclave ofrece al visitante un […]

09 de enero de 2021

Si hay un lugar que rebose paz y sosiego en la Península Ibérica, esa es la Montaña Palentina. Con una extensión de 1.786 km², este enclave ofrece al visitante un vasto paisaje natural de ensueño. Su naturaleza casi virgen con total ausencia de masificaciones, pero cargada de rutas auténticas y poco frecuentadas, son el mejor aliciente para los amantes del turismo activo.

Existen multitud de rutas y senderos alrededor de la Montaña Palentina, pero si no sabes por dónde empezar, o eres un aficionado senderista y ya has hecho alguna de las más turísticas, te proponemos tres apasionantes sendas adaptadas a todas las edades y niveles de experiencia para realizar en familia; un poco menos conocidas que las tradicionales Ruta de los Pantanos, Senda del Oso o Tejada de Tosande, pero en las que te adentrarás en un espectacular mundo natural marcado por el paso del tiempo y repleto de mitos y leyendas. Donde se elevan algunas de las cumbres más altas de la Cordillera Cantábrica; donde trepa el rebeco y surca el cielo el águila real y el oso pardo busca cobijo y alimentación. Rutas alternativas para pasear y disfrutar con todos los sentidos. Toma nota.

Senda del Gigante del Valle Estrecho

El punto de inicio de este paseo de cuento se localiza en la carretera conocida como Ruta de los Pantanos. Atravesada la localidad de Santibáñez de Resoba, encontraremos en el kilómetro 15.5 un aparcamiento señalizado a la izquierda. Aquí, comienza un recorrido de poco más de cuatro kilómetros entre ida y vuelta, y escaso desnivel, ideal para disfrutar de un placentero paseo en familia.

En el primer tramo llegaremos al mirador de Peñalbilla. Merece la pena una primera parada y perder la vista en el idílico paisaje que nos ofrece. Desde este punto podemos observar la línea de cumbres que naciendo desde el alto de la Varga se conforma como divisoria de aguas de las dos cuencas más importantes de la provincia de Palencia: Carrión y Pisuerga. A lo largo del camino, podrás recorrer y descubrir los altos de la Sierra de Peñalbilla, extensos y frondosos bosques de roble y haya y las principales elevaciones de su entorno, como Peña Redonda, Peña Escrita o Santa Lucía. En el último tramo de la ruta nos aguarda una sorpresa: el mirador de Cadalcio, desde donde podremos admirar el insólito paraje de la Deshondonada y conocer la historia del Gigante Dormido que ha dado origen al nombre de esta senda.

Cuenta la leyenda que Peña Redonda es la barriga de un gigante acostado que en tiempos remotos habitó el Valle Estrecho, mientras que su cabeza queda al Oeste, siguiendo la línea montañosa. En el lado opuesto, también pueden verse los pies de aquel gigantesco hombre.

Ruta del Puente de Rojadillo

Sumido entre dos bosques espectaculares, el monte Aguilar y el de Salcedillo, hay un puente romano escondido entre la frondosidad de un bosque centenario de robles y hayas, en el que abundan también avellanos, serbales y acebos con sus frutos rojos, de los que se alimenta el zorro y algunas de las escasas parejas de urogallos que existen en la actualidad en la Cornisa Cantábrica, incluso algún oso pardo visita estos bosques ocasionalmente.

Esta espectacular ruta de senderismo circular de algo más de 5’5 kilómetros de recorrido y dificultad baja, discurre en el límite de las provincias de Palencia y Cantabria y se inicia en la localidad palentina de Valberzoso. Nada más pasar el límite de provincia, hay que tomar una pista forestal que parte hacia la izquierda, y que bordea la falda del bosque hacia el norte. Un histórico paseo sobre baldosas irregulares de una antigua calzada romana del siglo I que finaliza en el Puente de Rojadillo; imponente construcción romana sobre el caudaloso río Camesa, lleno de saltos de agua abundante y fresca. Para volver, tendremos que deshacer el camino andado, sin olvidarnos de disfrutar de la belleza y sosiego de esta fantástica ruta.

Ruta del Ribero Pintado

El trayecto de esta ruta de senderismo circular de 6 kilómetros, ida y vuelta, se inicia en la localidad palentina de Santa María de Redondo. A 3 km del pueblo está el Ribero Pintado, una enorme formación geológica que cambia de color dependiendo de la estación del año y de la hora del día. Además, cuenta con el aliciente de que parte de su recorrido atraviesa una antigua explotación minera a cielo abierto, por lo que podremos sumergirnos en el pasado minero palentino.

Ruta del Ribero Pintado

Si has llegado a ella en coche, podrás dejarlo estacionado en el aparcamiento de Fuente Cobre. Desde allí iremos por una pista asfaltada hasta llegar a la puerta de la explotación minera, desde donde a mano izquierda sale un camino de tierra que es el que deberemos tomar para llegar al espectáculo natural del Ribero Pintado, tras un corto recorrido por el bosque y tras haber cruzado dos pasarelas sobre el arroyo Varga. Según los expertos, hace millones de años esta zona estaba situada debajo del mar. La colisión entre las placas continentales provocó la emersión de estos relieves, que no dejan de sorprender a todo el mundo que los visita. Sus tonos rojizos proceden de la oxidación de los minerales de hierro; el negro por la cantidad elevada de materia orgánica, y las formas y colores, por la acción de los agentes geológicos externos. En definitiva, un verdadero espectáculo de la naturaleza que te aconsejamos no perderte.

Comentarios

1 Comentario

  1. juan Pixelecta

    Es de agradecer artículos tan buenos como los que hacéis en Somos Palencia. Seguid así!!!