Hay un punto de la catedral que ha sido muy frecuentado por generaciones y generaciones de palentinos para pedir deseos: el sepulcro de doña Inés de Osorio; siempre ha existido la creencia de que tirando de la coleta de su sirvienta se cumplen nuestros anhelos (desde los aprobados académicos hasta conseguir pareja).
Aunque la tradición habla de tirar de la coleta de doña Urraca, siempre se han confundido el emplazamiento de los sepulcros de estas dos ilustres señoras. Nos explicamos mejor. Doña Urraca fue reina consorte de Navarra e hija de Alfonso VII, quien habiendo sido familiar del obispo don Raimundo y fallecida en 1189, fue enterrada en la vieja catedral románica; con el nuevo templo gótico, sus restos se depositaron en un nuevo sepulcro del siglo XVI en la capilla del Sagrario, en un alto del lado del Evangelio, luego la tumba de doña Urraca no es muy accesible que digamos.
El sepulcro de doña Inés, sin embargo, está en el exterior de la misma capilla, en ese mismo lado de la catedral, y se encuentra protegido por una reja. Aquí sí podemos observar una disposición habitual en los sepulcros medievales (éste data del siglo XV, pues doña Inés falleció en 1492) con la difunta yacente, mirando hacia el Sagrario y sosteniendo un libro de oraciones; a los pies una sirvienta reza siguiendo las cuentas del rosario por el alma de su patrona y simbolizando la fidelidad. A esta última pertenece la coleta de la discordia.
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