Minimizar la incidencia del cambio climático en ciudades como Madrid, mejorando la habitabilidad de sus barrios y concienciando a los vecinos de la importancia de apostar por soluciones basadas en la naturaleza. Es el objetivo de Raíces de Barrio, un proyecto desarrollado por las Fundaciones Santa María la Real y Ressa, que sigue avanzando con el apoyo de CaixaBank y Fundación Montemadrid, a través de su Convocatoria de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible 2020.
Gracias al respaldo de Caixabank y Fundación Montemadrid ha sido posible el desarrollo de un proyecto piloto en el Barrio de Pueblo Nuevo, en Ciudad Lineal. Durante varios meses un equipo multidisciplinar de profesionales de arquitectura, ingeniería, urbanismo e innovación social ha recorrido y estudiado el barrio. Se han fijado en cada detalle, en cada espacio para diseñar una serie de propuestas innovadoras, basadas en la naturaleza, que contribuyan a mejorar la zona, sacando provecho de espacios en desuso o degradados. Además del análisis del entorno, se han efectuado entrevistas con distintas asociaciones, entidades y con la Junta de Distrito.
Talleres de sensibilización
De este modo, se ha trazado un primer catálogo de ideas y soluciones para crear más lugares naturales de calidad, que aporten bienestar a los vecinos. No solo eso, el trabajo se ha puesto en común con diversos colectivos a través de varios talleres de sensibilización online, en los que se han dado a conocer soluciones y alternativas. “Algunas son muy sencillas y pasan, por ejemplo, por el acondicionamiento de pequeños huertos urbanos o viveros en terrazas o la sustitución de flores de plástico por plantas naturales”, explican los promotores de la iniciativa.
Otras son más complejas y requieren de más tiempo y esfuerzo, como el acondicionamiento de espacios comunes o la instalación de tejados o cubiertas verdes, que puede suponer hasta un 15% de ahorro económico y la reducción de un 12% del consumo energético de las viviendas. A todo ello hay que sumar otras ventajas como el aumento de la biodiversidad urbana, la mejora en la calidad del aire, la reducción de la radiación o los ruidos y, cómo no, el beneficio que supone para la salud mental y física de las personas.
“Nuestro objetivo es que los vecinos conozcan estas soluciones, innovadoras y sostenibles que pueden mejorar su calidad de vida, además de facilitarles un importante ahorro económico y energético. El catálogo que hemos elaborado queda a su disposición para que puedan aplicarlas en cualquier momento y su valoración de los talleres no ha podido ser más positiva, por lo que estamos muy agradecidos”.
Esta experiencia piloto desarrollada en Pueblo Nuevo sienta las bases y la metodología para el lanzamiento de otras similares, ya sea en Madrid o en otras ciudades o territorios. “La actual pandemia generada por el COVID-19 ha puesto de manifiesto que más allá de la necesidad de combatir el cambio climático, es importante apostar por soluciones limpias, saludables y sostenibles, propuestas basadas en la naturaleza, que contribuyan no solo a mejorar la habitabilidad de nuestros barrios, sino también la calidad de vida y el bienestar de sus vecinos”.
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