La fibra óptica ha llegado a la mayoría de los hogares españoles para quedarse, los cables de fibra óptica ofrecen una velocidad de Internet nunca conocida anteriormente. Es una revolución en el campo de las telecomunicaciones, ya no se usan los cables para transportar energía eléctrica, solo señales de luz, de ahí su velocidad. Además, sin entrar en excesivos aspectos técnicos, sus cables son más finos y resistentes que nunca.

La fibra y móvil está cimentando el futuro de las comunicaciones, ahora utilizamos más Internet que nunca, por lo que la conexión se tiene que adaptar a lo que la sociedad demanda. Nos gusta poder descargarnos un disco entero en unos segundos, poder ver una película dónde y cuándo queramos, hacer videollamadas de horas sin que se corte, y todo esto a la máxima velocidad. La sociedad del siglo XXI tiene claro lo que quiere, y lo quiere ahora, sin tener que esperar a que se cargue una barra de porcentajes.

La fibra óptica no solo hace que los ordenadores sean más veloces veloces, en los móviles se nota considerablemente el cambio, todo aquello que implique Internet tendrá un tiempo de carga más rápida, claramente el que pruebe la fibra óptica no querrá volver a oír hablar de su anterior tarifa de Internet.

Pero… ¿y qué pasa con aquellos lugares en los que escasamente hay cobertura? La fibra óptica supone un reto para el mundo de las telecomunicaciones, su instalación ya de por sí es compleja en las ciudades, imaginemos en un pueblo remoto. Todos hablan hoy en día de la España vacía, la fibra óptica se presenta como una oportunidad de futuro. Este nuevo modelo de conexión puede permitir conectar áreas que generalmente han estado incomunicadas, siendo esto una oportunidad crucial para frenar la despoblación en zonas en las que se ven sin recursos ni medios para evitar que la población se marche a la ciudad.

La fibra óptica ofrece infinidad de posibilidades de conjugar una tarifa, ahora se pueden unir en un mismo cable la línea de teléfono y el Internet, incluso varios teléfonos fijos en una misma casa. Permite que múltiples dispositivos estén conectados simultáneamente sin que la conexión se sature, algo que sucedía a menudo hace unos años. La innovación es tal que en una casa pueden estar teletrabajando en un ordenador, el hermano mayor en clase online, y el hermano pequeño viendo una serie en el móvil sin que se caiga la conexión.

Si hay algún escéptico que considera que todos estos motivos no hacen nada atractiva a fibra óptica, lo mejor de todo ello es que se presenta en el mercado de las telecomunicaciones con unos precios muy competitivos que pueden incluir desde una línea fija, Internet y 2 líneas móvil por poco más de 40€, o gestionar la tarifa al gusto. No hay duda, la fibra óptica es el futuro.