La Agencia de Protección Civil y Emergencias recuerda que es importante revisar el estado de las bombonas de gas que se almacenan en las viviendas, que han de ser colocadas en lugares ventilados y preferiblemente al aire libre. Además, no hay que olvidarse de verificar de manera regular el estado tanto de las abrazaderas como de las gomas naranjas y de los manorreductores, y cambiarlos de manera periódica. Por último, hay que prestar atención a las llaves reguladoras, ya que, por descuido, pueden quedar abiertas y provocar una concentración de gas que origine una deflagración.
Revisión por personal cualificado
En el caso de instalaciones de gas, es fundamental que éstas sean revisadas de manera periódica y siempre por personal cualificado de la empresa suministradora, así como que se evite obstruir las rejillas de ventilación.
En general, se recomienda cerrar las llaves de gas por la noche y cuando se abandona la vivienda, y no mantener conectados los aparatos si no se van a utilizar.
Si en algún momento se percibe olor a gas en una vivienda, es muy importante que no se encienda ningún fuego (cerillas, velas, mecheros…) ni aparato eléctrico, y evitar pulsar interruptores, puesto que pueden provocar una chispa que inicie la explosión del gas. En ese caso, lo recomendado es ventilar la estancia, cerrar la llave de paso y dar aviso a la empresa suministradora.
Por último, se recuerda que, en caso de emergencia, se puede solicitar ayuda en el número europeo 1-1-2, indicando con la mayor precisión posible cuál es la emergencia y el lugar en el que está ocurriendo.
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