La transformación digital ha revolucionado muchos aspectos del mundo empresarial, y la gestión financiera no es la excepción. Uno de los pilares de esta modernización es la implementación de la facturación electrónica, especialmente impulsada por la ley de Creación y Crecimiento Empresas, conocida como Ley Crea y Crece. Esta legislación, junto con sistemas innovadores como VeriFactu, está redefiniendo la manera en que las empresas manejan sus documentos financieros, aportando numerosos beneficios, desde una mayor transparencia fiscal hasta la simplificación de procesos administrativos.

Un impulso a la digitalización empresarial

La Ley Crea y Crece, aprobada en septiembre de 2022, es una de las reformas más significativas en el ámbito empresarial de España. Su objetivo es fomentar la creación de nuevas empresas y dinamizar el tejido empresarial, al tiempo que combate la morosidad mediante la obligatoriedad de la facturación electrónica en las operaciones entre empresarios y profesionales. Esta ley se enmarca dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que busca potenciar la competitividad de las pymes y mejorar su acceso a la financiación.

La obligatoriedad de la factura electrónica, establecida por esta ley, ha generado un cambio significativo en la forma en que las empresas gestionan sus transacciones. Esta medida no solo facilita la trazabilidad de las operaciones, sino que también permite un mayor control por parte de la Administración, reduciendo así el riesgo de evasión fiscal y promoviendo una economía más transparente y equitativa.

VeriFactu

Junto a la Ley Crea y Crece, sistemas innovadores como VeriFactu han surgido para facilitar la transición hacia la facturación electrónica. VeriFactu es una solución avanzada que permite a las empresas automatizar y gestionar sus facturas electrónicas de manera eficiente, cumpliendo con todos los requisitos legales establecidos por la normativa.

Además, este sistema se integra fácilmente con otros programas, como el programa de gestión de mantenimiento, que permiten una administración integral de los recursos y procesos empresariales. 

Beneficios de la facturación electrónica

La adopción de la facturación electrónica trae consigo una serie de beneficios que van más allá del simple cumplimiento normativo. Uno de los más destacados es la transparencia fiscal. Al digitalizar las facturas, se reduce significativamente la posibilidad de manipulación o pérdida de información, lo que facilita la labor de auditoría y control por parte de las autoridades fiscales. Esto, a su vez, contribuye a reducir la evasión fiscal y a fomentar un entorno empresarial más justo.

Otro beneficio importante es la simplificación de procesos administrativos. La facturación electrónica permite automatizar tareas repetitivas, como el envío de facturas y el seguimiento de pagos, lo que ahorra tiempo y reduce errores humanos. Además, al eliminar el uso de papel, las empresas pueden reducir sus costes operativos y su impacto medioambiental, contribuyendo así a la sostenibilidad.

La facturación electrónica también agiliza el flujo de caja, ya que permite un seguimiento más preciso de los plazos de pago y facilita la gestión de la morosidad. Esto es especialmente relevante para las pymes, que a menudo enfrentan problemas de liquidez debido a retrasos en los pagos.

Algunos consejos para no tropezar en el camino

Aunque suponga un reto, con una planificación adecuada, esta transición puede ser fluida y beneficiosa. Aquí algunos consejos prácticos para lograrlo:

1. Formación: Asegúrate de que tu equipo esté familiarizado con las nuevas herramientas y procesos. La formación es clave para evitar errores y garantizar una implementación exitosa.
2. Elige el Software adecuado: Es fundamental seleccionar un software de facturación electrónica que cumpla con los requisitos legales y que se integre fácilmente con otros sistemas de gestión, como los programas de gestión de mantenimiento.
3. Verifica el cumplimiento normativo: Asegúrate de que tu sistema de facturación electrónica esté alineado con la normativa vigente, para evitar sanciones y asegurar una correcta gestión fiscal.

Planifica la transición: Establece un plan claro para la implementación de la facturación electrónica, que incluya plazos, responsables y etapas. Una transición bien planificada minimiza las interrupciones en el negocio.