El Camino de Santiago en CyL como eje de desarrollo socioeconómico

El Camino es eje vertebrador de desarrollo en los municipios por los que transcurre y lo es, gracias a la combinación con el tejido empresarial o a la implicación de […]

02 de marzo de 2020

El Camino es eje vertebrador de desarrollo en los municipios por los que transcurre y lo es, gracias a la combinación con el tejido empresarial o a la implicación de los agentes de cada territorio.

Así pudieron comprobarlo hace unos días los 13 expertos y replicadores europeos del proyecto RURITAGE que, procedentes de Austria, Eslovenia, Rumania, Hungría y Francia,  recorrieron las localidades de Carrión de los Condes, Castrojeriz, Sahagún y Villalcazar de Sirga, acompañados por técnicos de la Fundación Santa María la Real.

“No se trataba solo de recorrer el Camino – explica Joaquín García, coordinador del proyecto RURITAGE en la Fundación – sino de que pudiesen establecer contactos e intercambiar experiencias con representantes institucionales y agentes del territorio”. Y, así lo hicieron, en cada una de las localidades visitadas pudieron charlar tanto con los alcaldes, como con empresarios, párrocos, técnicos de turismo o representantes de asociaciones y grupos de acción local vinculados al Camino.

Una de las cuestiones que más llamó la atención del grupo europeo es la relación que se establece entre el peregrino y los habitantes de los pueblos por los que transcurre el Camino, “pudieron sentir y experimentar la hospitalidad que caracteriza la ruta, cimentada a lo largo del tiempo”. Además, comprobaron que el Camino es “un recorrido espiritual, que teje identidad y cohesiona el territorio”, pero también una ruta sobre la que construir “desarrollo territorial y potenciar una economía sostenible, vinculada al territorio”.

En todas las localidades, pero muy especialmente en Sahagún tuvieron la oportunidad de charlar con empresarios del entorno que han logrado consolidar su marca “aplicando nuevas técnicas a recetas tradicionales sin perder la esencia de productos como las galletas, el vino, las morcillas o el queso”. “Este tejido empresarial es también parte de la esencia y la identidad del Camino”.

Conocer al peregrino

Otra de las constantes en todos los municipios visitados, fue la necesidad de aplicar las nuevas tecnologías para mejorar la accesibilidad de la ruta y para conocer datos como, por ejemplo, el número de personas que realizan realmente el Camino. “Existen datos de pernoctaciones u otros extraídos de las oficinas o puntos de información turística, pero no deja de ser una información sesgada, dado que no hay un conteo efectivo de peregrinos”, apunta García.

Conocer al peregrino, no solo su número, sino su lugar de procedencia o sus motivaciones es uno de los retos que afrontan muchos de los municipios del Camino, “porque este conocimiento facilitaría la gestión, mejoraría la atención y permitiría una diversificación de la oferta”.

Conservación del patrimonio

La conservación del patrimonio en torno al Camino es otra de las demandas de los municipios por los que transcurre, “la implicación de los vecinos en este sentido es esencial, pero en general todos coinciden al señalar que ha de venir acompañada por un respaldo institucional”. Fundamental resulta también en este sentido la “implicación de los propietarios de los bienes patrimoniales, a la hora de facilitar el acceso a peregrinos y visitantes”.

La principal conclusión del encuentro fue, sin duda, “que aún queda mucho por hacer y que el Camino es eje de desarrollo, sí, pero no exclusivo y siempre combinado con otros factores como los productores locales o el desarrollo de economías sostenibles”

RURITAGE

El equipo europeo estuvo acompañado por expertos que aportaron sus conocimientos en diferentes ámbitos como la historia, la arquitectura, la naturaleza o el turismo. “La pieza clave de RURITAGE es precisamente poner en contacto a territorios con un modelo ya consolidado con otros que están empezando, para poder replicar ideas o establecer sinergias, contando además con el asesoramiento de expertos en diferentes materias que pueden ayudarles a sacar adelante sus propuestas”, concluye García.

Cabe recordar, en este sentido que RURITAGE es un proyecto que trabaja dentro del programa Horizonte 2020 para analizar las posibilidades del patrimonio como regenerador de territorios rurales europeos, a través de los intercambios de experiencias y conocimientos, del aprendizaje y del reconocimiento de los valores culturales singulares de cada región. 38 entidades de una veintena de países dan forma a esta iniciativa.

Más información sobre RURITAGE: https://www.ruritage.eu/

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