La Inteligencia Artificial generativa, con gran protagonismo para la app ChatGPT, causó mucho desasosiego entre los especialistas en marketing digital a inicios de 2023. La aparición de esta herramienta en sus inicios parecía que iba a hacer desterrar a numerosos profesionales, entre ellos los especialistas y consultores en SEO y los creadores de contenido tipo copywriters.

Sin embargo, un año y medio después de estos augurios, la realidad es que la situación no es tan traumática. Aunque eso sí, lo que parece indudable es que el marketing digital ya no sigue las mismas dinámicas que hace un tiempo. El ejemplo más paradigmático es el SEO, un escenario que siempre ha sabido reconfigurarse y salir adelante.

Los continuos cambios en los algoritmos de Goole, la aparición de la posición Cero o los intentos en los buscadores para promocionar resultados más personalizados y ajustados a las demandas de búsqueda de los usuarios han obligado a los especialistas en SEO a adaptarse constantemente. Con la llegada de la IA ocurre algo similar, hasta el punto de que ahora ya no solo se habla de posicionamiento SEO, sino de SGE y CEO.

SGE frente a SEO: resultados humanos frente a resultados que proceden de la IA

Si todavía queda algún despistado leyendo este artículo, SEO son las siglas de Search Engine Optimization, lo que en español se puede traducir como Optimización para Motores de Búsqueda. Es un proceso que consiste en mejorar la configuración técnica de un sitio web, su contenido y la relevancia de sus enlaces para que aparezca entre las primeras posiciones del buscador ante las consultas de los usuarios.

El SEO ha bebido históricamente de la capacidad de los copywriters y expertos en marketing para elaborar contenidos que aporten valor a los usuarios, que sean relevantes y que atrapen su atención. Pero con la llegada de la IA generativa, con programas como ChatGPT y otros, este SEO se ha ido transformando paulatinamente en SGE, o lo que es lo mismo, los resultados obtenidos por Inteligencia Artificial.

SGE son las siglas de Search Generative Experience. En realidad no es más que toda esa información que se obtiene en las herramientas de IA cuando los usuarios hacen una consulta en un chat automatizado. Lo cierto es que en este ámbito los especialistas en marketing sí pueden estar tranquilos ya que buena parte de esos resultados que muestran los chats de IA son contenidos que se han generado de manera humana, personal.

La IA solo acude a información que ya está disponible en internet, por tanto, sigue habiendo opciones de que los especialistas SEO tengan cabida y futuro en el mundo del marketing. Aunque, eso sí, su principal cometido en la actualidad es seguir profundizando en la IA para sacar el máximo partido de sus capacidades.

CEO frente a SEO, optimizar las webs para resultar atractiva a la IA

Otro gran problema al que se enfrentan los especialistas en SEO es la caída del tráfico en los buscadores. Las actualizaciones constantes en los algoritmos de búsqueda de Google pueden hacer que el tráfico orgánico de muchos proyectos caiga en picado de un día para otro. Pero esto es algo a lo que los expertos ya están habituados y de lo que saben recomponerse.

A lo que no todo el mundo está preparado es al novedoso concepto de CEO. En comparación con SEO, CEO no es optimización en motores de búsqueda, sino Chat Engine Optimization, optimización en chats de IA. La meta es mejorar la página web para que sea atractiva de cara a estas herramientas de Inteligencia Artificial.

Y este CEO ha venido para quedarse, pues para los usuarios es mucho más cómodo consultar a un programa como ChatGPT qué velocidad de carrera alcanzaban los velocirraptores y obtener una respuesta en el chatbot amable y concisa que tener que clicar en una página externa ese resultado de búsqueda, por muy optimizado y completa que sea la respuesta.Por todo esto, la respuesta es que el SEO no ha muerto y tampoco se espera una desaparición inminente. Simplemente ha evolucionado hacia un entorno mucho más sofisticado y menos técnico. Las herramientas de IA generativa, que parecen una amenaza, han de verse como aliadas, aunque ello suponga un importante esfuerzo por parte de los especialistas para conocer en profundidad su funcionamiento y las posibilidades que ofrecen.