El Observatorio de Plagas y Enfermedades Agrícolas de Castilla y León, perteneciente al Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl), ha emitido un aviso a los agricultores sobre la posible presencia de zabro en cultivos de cereales como la cebada o el trigo. Este organismo, bajo la dependencia de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, ha identificado casos de la actuación de este insecto cuyas larvas pueden causar daños en dichos cultivos.
El Observatorio señala que las condiciones climáticas otoñales han sido propicias para la aparición de larvas de zabro, por lo que recomienda a los agricultores una vigilancia especial en sus parcelas. Asimismo, se insta a consultar la ficha de apoyo técnico emitida por el observatorio para obtener orientación sobre cómo abordar esta situación. Estas instrucciones están disponibles en la página web: https://plagas.itacyl.es/zabro
Se destaca la necesidad de prestar atención especial en aquellas zonas con historial de zabro en campañas anteriores, como las comarcas de Arlanza, Arlanzón y Pisuerga en Burgos; Campos y el Cerrato en Palencia; Arcos de Jalón y Gómara en Soria; Centro y Sureste en Valladolid; y Campos Pan en Zamora.
El zabro (Zabrus tenebrioides) es un coleóptero cuyas larvas pueden causar daños en los cereales, siendo el período entre la nascencia y el encañado el de mayor riesgo. Los síntomas típicos se relacionan con el deshilachado característico de las hojas al alimentarse del parénquima foliar, respetando la nervadura.
En caso de detectar la presencia de esta plaga, el umbral de tratamiento fitosanitario se establece cuando entre la nascencia y el estado de tres hojas se observen 10-15 plantas dañadas/m2 en cebada y 8-10 en trigo. Se recomienda realizar el tratamiento al amanecer o al atardecer, periodos de mayor actividad de las larvas, utilizando solo productos autorizados e inscritos en el Registro Oficial de Productos Fitosanitarios.
Además, se sugieren medidas preventivas para campañas futuras, como la rotación de cultivos, evitar siembras de cereal sobre cereal, retrasar la fecha de siembra y realizar labores en el terreno para eliminar rastrojos y ricio.
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